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HT en Pañales (I)

AVISO: esto es un relato de ficción que está basado en anécdotas 100% verídicas. Incluso el título lo he creado gracias a una de estas "experiencias peculiares" que nuestros queridos compañeros nos han enviado de forma totalmente ANÓNIMA.
Se trata de un Hattrick Press literario y su función es entretener. Advierto que no es recomendable para enfermos al corazón, ya que algunas de ellas pueden producir no solo ataques de risa incontrolables, sino vergüenza y pena ajena a la par.
Un saludo y espero que disfrutéis del espectáculo de este HT Press que espero que sea, gracias a todos, el más largo y entretenido de la historia de HT.

Capítulo 1

La oscura noche en el mundo verde pasaba cada vez con menos usuarios dentro de las cálidas luces. Solo, con la centelleante luz del viejo portátil iluminando su viciado rostro, era la mejor hora para peinar el mercado de fichajes y realmente ya tenía lo que buscaba.

Ahí estaba. Solo e ignorado, entre enormes cracks a precios desorbitados, brillaba una pequeña estrella solitaria a un precio de saldo. Era el fichaje perfecto para su equipo en declive.

Adic rápidamente pujó por él y actualizando cada minuto estaba controlando que nadie se llevase su diamante en los últimos instantes. Quedaban algo más de 15 minutos cuando todo pasó. ¡Tenía que ir al baño! No quería alejarse de su querida pantalla que cada vez le indicaba que quedaba menos tiempo para que todo tuviese un final feliz. Su presupuesto era limitado, pero sabía intimidar a esos avispados buscatesoros: los dayers.

Cada vez las ganas de ir al servicio eran mayores, el apretón pudo con él y salió corriendo con todas sus fuerzas pensando que quedaban aún 12 minutos de aquella puja, que pese a estar tranquila, se había vuelto interminable. La verdad es que omitiremos detalles -ya os imagináis lo que pasó-; ese triste usuario no pudo llegar a tiempo y tras volverse marrón su mundo verde, limpió todo lo más rápido que pudo. Aun así, solo llego a ver cómo su preciado tesoro se le escurría entre los dedos por menos de medio minuto.

No podía creer su mala suerte y rompió a llorar. Las luces, antes tan cálidas solo reflejaban el rostro desencajado del que ha sufrido la más humillante de las derrotas. Derrotado por debajo de su presupuesto.

La noche llegó para él y el contador de usuarios bajó una vez más, señalando su triste despedida.

La mañana llegó con el resentimiento de haber perdido esa gran ocasión por un descuido y se fue al Bar "Tolo", una de las mejores cantinas de la ciudad, donde la gente puede hablar de Hattrick sin parecer un bicho raro.

Nada más entrar y pedir su Nestea de rigor, se sentó en una esquina totalmente hundido recordando la noche anterior. Cion, su mejor amigo, también en ese mundo virtual, se acercó a él.
- ¿Qué te pasa? Te veo hundido, ¿cómo está tu hermana?
Él, aún pensando en la pérdida, solo atinó a decir:
- La gente debería poder jugar a Hattrick en pañales.

Tras esa misteriosa frase su compañero se sentó con él y, tras hablar de lo ocurrido, marcharon a sus casas para ver las actualizaciones de su querido Hattrick.


Capítulo 2

Un mes después de ese incidente, a Adic parecía salirle todo rodado. La verdad es que iba todo demasiado bien, pero se encontraba nervioso porque en dos semanas se iría a visitar la selva amazónica y, esta vez, no de manera virtual.

Su viaje al extranjero en el mundo fuera de HT lo tenía trastornado. Estaba dejando todo bien atado para no necesitar estar sus 15 horas de rigor en el mundo verde. Era un viaje de ensueño a una región poco poblada del planeta e iba a pisar poco tiempo una ciudad lo suficientemente grande como para encontrar un ordenador disponible con conexión a internet.

Los días pasaron, el viaje comenzó y todos los partidos los había ido ganando sin que el mundo verde notara, salvo en los foros, su ausencia. El equipo continuaba su progresión de vértigo rumbo a hacer historia.

Por fin estaba en una pequeña ciudad, tras 9 días sin conexión de ningún tipo en la selva, llegó a un pequeño pueblo en el que, sin esperárselo, encontró un cochambroso cibercafé.

Los ordenadores eran viejos, la conexión era desesperantemente lenta, pero por fin estaba feliz. Se había conectado a su querido mundo verde del que su cabeza se negaba a desconectar.

Los días pasaron, feliz por haber podido mandar las alineaciones para todos los partidos hasta el final de su viaje y hacer un fichaje, curiosamente de un jugador del país donde se encontraba y ¡muy por debajo de su precio en el comparador!

Llegó casi 2 semanas después a su amada casa con un buen ordenador y una conexión más que decente. Enchufó su mundo verde en la pantalla, feliz y ajeno a lo que pasaba a su alrededor incluso dentro de su querido Hattrick. ¡No tenía acceso!

No sabía qué estaba pasando. Se dirigió a su cuenta de e-mail para mandar un correo a los trabajadores del mundo verde. El correo suyo mostraba un peculiar mensaje, precisamente del equipo de Hattrick, acusando al pobre Adic, que realmente no sabía lo que pasaba, de multicuenta. Su equipo lo cerraron y esa etapa de gloria que probablemente hubiese resonado en los anales de la historia del mundo verde llegó a su fin, diluyéndose en el tiempo.


Capítulo 3

Creó un nuevo equipo. Los días pasaban y el mundo verde continuaba evolucionando. Las subidas y cada vez más típicas bajadas del mercado, cambios imprevistos de última hora, el típico EJEA de costumbre y, aunque no era lo mismo que antes y sus horas más altas habían pasado, él seguía amando su mundo verde.

Adic había ido el día anterior a su querido Bar "Tolo" como todos los días, pero había estado diluviando. Lo había pasado muy bien, pero eso de tener que salir a fuera a fumar en un día así hizo que se resfriase.

No paraba de estornudar, le costaba moverse de la cama y su hambre, solo podía ser saciada por ese mundo verde lleno de oportunidades y jugadores que fichar.

Estaba sentado en su escritorio con la mirada perdida en ese fondo color hierba y la nariz moqueando cuando empezó a estornudar. Al final, el resfriado ganó y tuvo que ir a la cama. La verdad es que allí no estaba cómodo, no encontraba la postura ni el reposo que su mente necesitaba, así que volvió directo y tambaleando a su escritorio para conectarse de nuevo a su amado Hattrick.

Las horas pasaban, los síntomas, en lugar de mejorar, iban a peor. Y ahí continuó entre toses y estornudos feliz por estar conectado a Hattrick. En esas, el peor estornudo hasta el momento lo alarmó y, mirando la pantalla ahora manchada, se acercó a limpiarla. Otro estornudo, esta vez más fuerte aún, y su cabeza golpeó la pantalla que a su vez calló a la torre, rompiendo toda esperanza y posibilidad de conectarse a su querido mundo verde.

Tres días pasaron y al final el arreglo de la torre y la nueva pantalla le salió por 300€. Al volver a su amada cantina tras las reparaciones con el PC en la ,todos lo miraron extrañado.
-¿Qué te ha pasado? -preguntó Cion saliendo de las sombras.

El joven atinó a contarle lo ocurrido con lágrimas saliéndole de sus ojos.

-¿No le habrás pegado el constipado a tu hermana, no?

Al final él, como buen amigo, le invitó a su habitual Nestea, y la paz, al igual que su adorado Hattrick, volvió a su vida.

---CONTINUARÁ---

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2014-10-24 09:20:49, 4580 views

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