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[Concurso] La batalla final

Llegó el día. Los dos contendientes, prácticamente desconocidos no mucho tiempo atrás, se iban a ver las caras en una batalla que se esperaba definitiva. La supremacía estaba en juego y solo uno podía salir victorioso de esta larga guerra.

Todo comenzó en torno a un año antes. Habían sido muchos los adversarios que intentaron luchar, sin éxito, frente al todopoderoso ejército del norte, pero todos ellos, uno a uno, habían ido cayendo a los pies del gran dominador. De vez en cuando, algún intento de revuelta había permitido una brizna de esperanza por cambiar las cosas, pero todo quedaba al final en una chispa apagada mucho antes del incendio.

Un día llegó a la región un grupo rebelde procedente de tierras costeras al este. Algunos lugareños habían escuchado ya rumores de hazañas anteriores de los recién llegados, pero no era fácil confirmarlos, y además, para otros, eran poco menos que exagerados: no era posible creer que un grupo de soldados poco experimentados hubieran logrado siquiera hacer frente, mucho menos derrotar, a batallones expertos. "Nadie podría hacer eso", decían unos, mientras que otros aseguraban que bien con el esfuerzo y motivación suficientes, bien por contar con el favor de alguna divinidad, aquellas leyendas tal vez no fueran solo eso.

Los recién llegados enseguida comenzaron a destacar en medio de la mediocridad de las tropas locales. Batalla tras batalla, ganadas muchas veces antes de comenzar, estos desconocidos fueron conquistando plaza tras plaza, y acumulaban fortuna gracias a botines a veces mayores, a veces más modestos, pero que casi inexplicablemente, siempre acababan en sus manos.

No tardaron mucho en llegar a oídos del gran dominador del norte las victorias y conquistas de los recién llegados. Grandes conocedores del arte de la guerra, y curtidos en mil batallas, sabían que nunca se debía subestimar a un rival ni juzgar su capacidad antes de haberla estudiado detenidamente. Así pues, enseguida enviaron a un pequeño grupo de espías a informarse.

- ¡Tenemos un problema, Señor, un gran problema! -gritó un espía según entraba en la estancia de su gobernante, jadeante aún tras una largo recorrido a la carrera-. "Son temibles, su fama es cierta...".

- ¿Tanto es así como dicen las malas lenguas? ¿Estás seguro?

- Así es, mi Señor. tienen un dominio absoluto de las formaciones de combate, y una capacidad táctica sin igual. Los he visto derrotar a nuestro mayor adversario histórico hace apenas unas horas, con una contundencia abrumadora, aún viéndose en inferioridad al inicio.

- Me lo temía, no quería creerlo pero tantos rumores tenían que tener algún sustento. No podemos caer ante un recién llegado, pase lo que pase. Debemos imponernos cueste lo que cueste, aunque tengamos que recurrir a mercenarios. Sal de nuevo ahora mismo y traeme a los mejores guerreros que encuentres. Sus demandas económicas no serán problema, asumiremos lo que nos exijan, pero tráelos a todos, no podemos perder la guerra que se avecina.

Los días pasaban, y la fama ya precedía a las huestes del este, y uno a uno los enemigos que encontraban iban cayendo. Y así fue como poco a poco se estaban convirtiendo de forma casi tiránica en los nuevos grandes dominadores de la región... pero aún quedaba el gran enemigo, que había permanecido agazapado planeando la batalla definitiva por la supremacía, aquel que todos habían temido más que a nada hasta su llegada y que, con un ejército reforzado con mercenarios del máximo nivel, prometía una batalla épica y probablemente nunca antes vista.

Y así fue como llegó el gran día. Todo estaba preparado para la batalla final. Más de cien mil asistentes se congregaron para presenciar un partido en el que solo uno saldría vencedor y se alzaría con la Copa. Por un lado, el actual campeón, con un equipo plagado de jugadores de primera línea y reforzado con grandes fichajes de última hora, y favorito en todas las apuestas desde la primera ronda. Por el otro, un equipo desconocido fruto de un proyecto a largo plazo que había llegado a su máximo esplendor esta temporada y parecía ya capaz de todo. Y por delante, 90 minutos de máxima tensión.

- Ganarán los mismos, son superiores - decían muchos.

- No lo creo, es un partido más igualado de lo que parece, seguro que sorprenden con una táctica innovadora y tendrán sus opciones - replicaban otros.

Ya suena el pitido inicial y el balón ha echado a rodar. Sí, es cierto que un equipo es más favorito que el otro, pero no es menos verdad que esto es HT y todo es posible. Esta final es prueba de ello. Solo la habilidad y la suerte de ambos contrincantes decidirá el campeón. ¡Mucha suerte!

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2015-06-26 08:46:30, 1177 views

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