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El secreto del éxito

Written by losninhos

Jugó su primer partido el 26 de marzo de 2005 ganándolo 3-0. Sin duda, un presagio de lo que sería su trayectoria en Hattrick. Han pasado 10 años y hoy es el equipo que más partidos ha jugado en Primera División. Un homenaje a Mostoleños (775800).

El artífice de este logro responde al nick de jichote (2278933), responsable del Mostoleños. Me topé con este equipo en mi segunda temporada en la máxima categoría y conviví con él durante nueve temporadas. Lo que más llamaba la atención cuando llegó era el bajo nivel de salarios que mantenía, por lo que, a simple vista, parecía la víctima propicia para mandar de vuelta a Segunda División.

¡Qué equivocado estaba! Han pasado 11 temporadas y ahí sigue.

Pero ¿cuál es el secreto de su éxito? Tres son las claves principales que le han mantenido entre los 8 mejores todas estas temporadas:

Jugadores moldeados por su manager, austeridad en los salarios y defensa.

Pero esta receta no la puso en marcha hasta que llegó a Segunda. Hasta entonces había dedicado su tiempo, entre ascenso y ascenso, con algún que otro descanso, a hacer sus pinitos en el difícil arte del step, con lo que iba consiguiendo la suficiencia económica necesaria para subir los peldaños que le separaban de la Gloria.

Ya en Segunda División y tras la desaparición del entrenamiento de General dio un giro de 180 grados, dejó de lado el mercadeo y se planteó el fabricar los jugadores a su gusto, fichándolos jóvenes y entrenándoles lo que les hiciera falta, mejorando varias habilidades sin hacerles subir demasiado la principal para poder tener controlados los salarios. Prueba de este giro es que en ese momento pasó de realizar una media de 66 transferencias por temporada a hacer tan solo 14.

Con la austeridad salarial que conseguía al no tener sus jugadores muy inflada la habilidad principal, las victorias deportivas, tanto en liga como en Copa, que se traducían en ingresos por taquillas superiores a los de muchos equipos y el pequeño colchón económico conseguido de sus tiempos de trader, tenía un balance lo suficientemente saneado como para poder ir renovando la plantilla según los jugadores más veteranos iban perdiendo habilidades por causa de la edad. Todo ello sin necesidad de abusar de otras fuentes alternativas de ingresos.

Una vez que tienes los jugadores que quieres y has encontrado la fórmula de la estabilidad económica a largo plazo hay que saber encajar la pieza más importante de este puzzle: el planteamiento deportivo. Mostoleños no habría llegado donde está sin tener claro cuál es su estilo de juego. Sabe que su fuerza no está en el medio. En casa puede sacar los partidos adelante con la táctica más habitual que es ganar el medio, pero fuera de casa tiene prácticamente imposible hacerlo, sobre todo en Primera; así que debe echar mano de alguna alternativa, que en su caso es el contraataque y que le ha dado muy buen resultado durante todas estas temporadas. Fundamental para que esta táctica haya tenido un éxito continuado es el entrenador defensivo que siempre ha tenido jugando en Primera. Si a eso se le añaden unos defensas fabricados especialmente para usar esta táctica, unido a otros jugadores de campo con especialidad y todos con buen nivel de balón parado para aprovechar la posibilidad de eventos y jugadas a balón parado, tienes los mimbres necesarios para que el contrataque no sea en la mayoría de sus partidos una lotería.

He dicho que el éxito de Mostoleños se sustenta en tres claves. No sería del todo justo si no mencionara una cuarta que le hace distinto a la mayoría y que es algo muy particular de cada uno. Se trata de la motivación o, mejor dicho, de la capacidad para mantener la motivación por la competición al máximo nivel durante tanto tiempo.

Muchas temporadas vemos cómo equipos que han ganado la liga o han estado varias temporadas en Primera pierden la motivación por seguir en lo más alto, están saciados, se ven menos fuertes o no se sienten capaces de renovarse sin dejarse caer en el barbecho; iniciar un nuevo proyecto, lo llaman. No es momento de analizar el porqué de estas decisiones, pero hasta ahora, no ha sido el caso del manager que nos ocupa.

Este ha sido y es el pasado y presente de Mostoleños. Pero ¿y ahora qué?, nos preguntamos, ¿podrá aguantar en la élite de forma indefinida manteniendo su filosofía de equipo? El tiempo lo dirá, pero cada vez lo tiene más difícil, principalmente porque a Primera van llegando equipos que, en el fondo, no están tan alejados del planteamiento de jichote, jugadores moldeados a gusto de sus managers, incluso desde la cantera. Pero, si estos equipos no están tan alejados en el fondo del asunto, sí lo están en la forma, puesto que dichos equipos han necesitado sacar todo su potencial económico acumulado tras temporadas de barbecho o mediante el mercadeo, a veces compulsivo, para conseguir unos niveles de juego difíciles de igualar por la mayoría de equipos, incluido Mostoleños.

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