Flores hermosas

"Estamos desperdiciando un montón de flores hermosas".

Esta frase se la escuché a Ruben Olivera en una charla en la Escuela Universitaria de Música, allá por el 2014, y era en referencia a la cantidad de talentos que se desperdician por no encajar en el sistema académico formal o no tener los estímulos adecuados.
Esto me hizo recordar la infinidad de veces que he visto jugadores con un potencial que ronda los 2000, buena especialidad e incluso hasta un toque de mística en su nombre, pero que tristemente, al no tener habilidades que superen el "débil" o "insuficiente" se ven condenados al despido o a ver como sus camisetas guardan el polvo de las temporadas en algún olvidado rincón del plantel.
Por eso, este es un llamado a todo aquel manager que tenga la posibilidad de tenderle una mano a estas perlas olvidadas en el cajón de la abuela. De recibirlos en su plantel para entrenarlos a futuro o simplemente "ayudarlos a cruzar el río del olvido", o sea, entrenarles una habilidad hasta "aceptable" o "bueno", para luego volcarlos al mercado nuevamente y de este modo facilitar la captación por parte de managers que puedan continuar el proceso de formación del joven talento.
Una condición sine qua non para que esto suceda, es que los managers que ascienden este tipo de jugadores no los despidan, aunque parezcan malos a priori, les pido encarecidamente que les den la oportunidad, que los pongan en el mercado de transferencias dos o tres veces antes de tomar la fatídica desición de echarlos.
Por una comunidad uruguaya más unida, por un hattrick más verde y saludable.
¡Salute muchachada!

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