Lo que el tiempo se llevó

Recuerdo que un par de años después de comenzado el nuevo milenio, escuché por primera vez el nombre de “Hattrick” en mi vida.

Era algo sensacional, toda una novedad, en donde podías crear tu propio club, dirigirlo y gestionarlo como quisieras, competir contra otros clubes los cuales eran dirigidos por otros usuarios reales desperdigados por todas partes del mundo. Una de las características que más destacaba sobre este juego de fútbol que acababa de conocer, era que pretendía ser lo más realista posible, siendo uno de los pilares fundamentales sobre Hattrick.

Casi veinte años después, diversas cuestiones han cambiado en el mundo, y el gran universo verde no ha sido la excepción a esto. De hecho, ha habido varios avances en determinados aspectos, cambios que no agradan demasiado, y asuntos que permanecen iguales desde tiempo atrás.

Una de las transformaciones que ha tenido Hattrick en estos últimos años, es precisamente, la disminución de realismo en algunas materias del juego.

Como resultado, es que ahora nos podemos topar con que un mismo mánager tiene la capacidad de estar dirigiendo dos o tres clubes de diferentes países/regiones al mismo tiempo. Por otro lado, nos encontramos con la posibilidad de jugar partidos en torneos no oficiales todos los días, incluso disputando dos y hasta tres partidos diarios, algo que le quita totalmente el sentido de realismo que pretendía darle el juego años atrás.

En consecuencia, creo que estas modificaciones, entre otras, fueron las causantes de que últimamente la gran cantidad de usuarios haya mermado a gran escala.

Sin embargo, muchas otras tantas opciones de este gran universo verde han mutado, y han sido para progresar claramente. En efecto, algunas que valen la pena mencionar: el sistema de las copas nacionales, las academias de juveniles, la competencia internacional “Hattrick Masters”, mejoras en las órdenes tácticas de los partidos, avances y renovaciones en el diseño de la interfaz, entre otras tantas innovaciones que se han realizado.

Finalmente, a pesar de todos estos cambios y por sobre todas las cosas, estoy convencido que hay algo que ni el mismísimo tiempo se ha llevado en todos estos años y que tampoco se llevará, me refiero a la inmensa pasión, diversión, fanatismo y emoción que genera Hattrick.

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