El Camino del Éxito [Parte 1: Descubriendo el Diamante en Bruto]

Esta es la primera parte de la historia de un juvenil y de todos aquellos que intervienen en mayor o menor medida en su formación.

Aquí se mezclan cosas de Hattrick con cuestiones propias del fútbol real y nos damos cuenta una vez más de lo absurdas que serían algunas situaciones si las extrapolamos a la realidad en la que nos movemos día a día.

Eran las 15:40 horas del día viernes, los alumnos del “Colegio Toby´s Club” salían de su jornada escolar; se dirigían a la cancha de tierra ubicada unas cuadras más al sur. Se enfrentaban el 1° A contra el 1° B en un amistoso preparatorio para el torneo interescolar. Mientras tanto, pasaba por el lugar don Roberto Cicinho un borracho, y muy bien pagado ojeador de Demacia FC, que fue enviado a buscar futuras promesas para el club en los colegios, canchas y organizaciones deportivas de la región.

Luego de sentarse en un neumático enterrado; utilizado a modo de asiento durante las pichangas de barrio de los fines de semana; el ojeador quedó impresionado con la habilidad del jugador que corría por la banda derecha, o esa era la función que se visualizaba, teniendo en consideración la horrible organización del equipo que habían armado durante el recreo del almuerzo.

Una vez finalizado el encuentro, Cicinho se acercó a aquél jugador destacado, se presentó y lo invitó a formar parte de las filas del equipo juvenil de Demacia FC. El joven, impulsado por sus compañeros y sus rivales de turno, aceptó la invitación sin preguntar a sus padres y le consultó al ojeador sobre todo lo que había que hacer, a lo que el ojeador le respondió:
“-tranquilo crack, todo depende de la decisión manager del club, por alguna razón no me puedo contactar con él de ninguna forma por ahora, además sólo él me puede llamar, y lo hace a la peor hora posible: cerca de la media noche del día sábado.” Cicinho sabe que es una tontería, pero nunca ha protestado por la situación, después de todo gana un millón de pesos a la semana. El hospedaje y la comida la pagan los convenios que la Liga nacional de Fútbol tiene con los hoteles y restaurantes del país. En este mundo todos ganan mucho dinero, excepto los manager de los equipos.

“-Oye Cicinho”-le gritó la promesa desde lejos “-mañana juego por el Real Manchester Juniors, mi equipo de Barrio, por si quieres ir a verme”. Por supuesto que el ojeador aceptó, estaba seguro que lo que había visto esa tarde era un diamante en bruto, pero un partido de mayor nivel le ayudaría a reforzar la idea y a preparar un estimativo de sus habilidades.

Al día siguiente, luego de un arduo partido de barrio, Cicinho se encontraba listo para entregar su informe al manager. El pequeño extremo había anotado un gol, y aunque su equipo perdió, el joven fue claramente el mejor jugador del partido. Cicinho estaba al tanto de que el jugador estaba siendo sondeado por otros clubes, pero el chico tenía un compromiso con él, cuestión que dejó anotada para informar al jefe en posibles futuros reportes. Ya cerca de la media noche, el manager de Demacia FC trabajaba buscando jugadores en el mercado de transferencias: una especie de página web donde los equipos ofrecen sus jugadores (productos). Cicinho, sentado en un bar, esperaba el inoportuno llamado de su jefe, seguramente el manager ya ha descartado a otros 2 posibles prospectos y la compañía telefónica no le permite realizar llamadas a los otros ojeadores hasta dentro de una semana, por lo que lo más posible es que este rogando a San Pau Gerpe una buena noticia en la última llamada disponible.

El manager de Demacia FC Procede a marcar el uno de los 3 números que tiene en su celular para contactar a Cicicho, quien le contesta al instante:

“Tenemos una posible futura estrella. Se llama Felipe Cortés y tiene 15 años.

Este jugador tiene nivel Aceptable en Lateral por el momento. En mi opinión, sus habilidades globales tienen un nivel Bueno. Si trabajamos con él lo suficiente, este chico podrá llegar a ser un Jugadas Excelente antes de llegar al primer equipo.

Este tipo de jugador es útil, es muy rápido, ahora solo le falta aprender también a jugar al fútbol.

¿Le ofrezco venir a la academia?”

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